5 estrategias de gestión para reducir el tiempo de espera en los hospitales

Herramientas y metodologías optimizan las rutinas de los profesionales y garantizan la satisfacción del paciente con el servicio ofrecido por la organización �?? lo que se refleja en el mercado de Salud

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Garantizar una buena atención, capaz de reducir el tiempo de espera de los pacientes, no siempre es una tarea sencilla para la gestión hospitalaria. Estrategias que incluyen metodologías y tecnologías ayudan a crear un esquema de atención que valore al trabajo del médico y haga más eficiente el tiempo que él dedica a cada paciente, como también facilite la gestión de las camas para admisión y alta. Todo eso se refleja en la satisfacción con la calidad del servicio y, consecuentemente, en la imagen de la organización en el mercado de Salud.

La principal puerta de entrada de pacientes al hospital es, en general, la atención de emergencia. Por eso, el primer contacto debe identificar la gravedad del estado, además de determinar si el individuo será medicado y liberado o si necesitará hospitalizarse. Obstáculos en cualquiera de esas etapas perjudican el flujo de atención y son los principales responsables por la demora.

Conoce cinco estrategias que ayudan a la gestión hospitalaria a reducir el tiempo de espera:

1 – Gestión de flujo de pacientes: va mucho más allá que tan solo controlar el número de pacientes que llegan para recibir atención médica o el tiempo de espera. Esa recopilación debe considerar la institución por completo, desde el backoffice hasta la atención, para identificar el origen de los problemas. Un sistema de gestión hospitalaria reúne todos los datos y permite controlar las etapas del flujo de atención de manera precisa.

 

2 – Clasificación de riesgo: un sistema eficiente de clasificación de riesgo, con profesionales entrenados y capacitados para determinar la urgencia de cada caso, es una de las maneras más asertivas de reducir el tiempo de espera. Esa clasificación debe, en lugar de basarse en la orden de llegada, usar la condición clínica para definir el tiempo de espera. Por lo tanto, mientras mayor sea el riesgo de muerte, más rápidamente el paciente debe ser atendido. En ese triaje, aquellos que no presenten condiciones críticas pueden, incluso, ser remitidos para una cita electiva, desahogando la atención de emergencia.

 

3 – Uso de aplicaciones de check-in y paneles de atención: una aplicación de check-in agiliza la recepción del paciente, garantizando el acceso a las informaciones de registro y al Historial Clínico Electrónico del Paciente (PEP) aún antes de su llegada al hospital. A través de los paneles de atención con contraseña se controlan todas las etapas de la atención. Esos paneles pueden incluir datos que evidencian la situación de cada individuo y su localización en el hospital, así como estimativas de tiempo para la próxima etapa.

 

4 – Gestión inteligente de camas: en el caso de que se solicite la hospitalización, esta estrategia es fundamental para garantizar el control del tiempo de espera. Los procesos que incluyen la admisión, el seguimiento y el alta hospitalaria deben estar armonizados. Los obstáculos encontrados en la comunicación entre esas tres etapas son, en general, los principales responsables por el retraso en la atención y hospitalización de pacientes críticos. Eso ocurre porque, muchas veces, los problemas de gestión de camas se dan por debido a la falta de comunicación acerca del alta a la central de camas y, consecuentemente, no se libera la vacante. Se evitan esos problemas de comunicación a través de la automatización de los procesos, incluyendo los sistemas de gestión integradas al PEP. Ellos recolectan, guardan y evalúan todos los datos generados en la atención.

 

5 – Seguimiento de indicadores: monitorizar el tiempo de atención, tiempo de espera, clasificación de pacientes atendidos, índices de admisión, de alta y de ocupación es una atribución de la gestión hospitalaria. El estudio de esos indicadores permite que el gestor identifique los errores del proceso, comprenda el porqué de ese suceso y aprenda a actuar ante esa situación, basándose en experiencias anteriores. Herramientas como big data, BI (Business Intelligence) y analytics trabajan con el gran flujo de datos y generan informaciones valiosas para la tomada de decisiones. Son ellas que llevarán la gestión hospitalaria a la reducción del tiempo de espera y, por consecuencia, a la ampliación de la satisfacción del paciente.

 

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