7 estrategias para reducir el promedio de permanencia en el hospital

Más allá que disponer habitaciones de manera eficiente y rápida, controlar de forma inteligente el número de días de hospitalización implica en rendimiento financiero del hospital y en calidad de la asistencia

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Cuando el tema es el número de días de hospitalización, ni siempre "más" significa "mejor". Pensar en estrategias para gestionar el promedio de permanencia es fundamental para mantener el equilibrio financiero del hospital y la calidad de la asistencia, lo que garantiza la seguridad del paciente.

Más que simplemente disponer habitaciones de manera eficiente y rápida, gestionar ese indicador implica directamente en el rendimiento. Eso refleja en disminución de costos, optimización en los procesos y reducción del índice de infecciones y otros eventos adversos. En un sistema conectado, el médico tiene acceso en línea a los resultados de exámenes y otras informaciones y, así, agiliza el alta. Al mismo tiempo, el equipo de limpieza recibe la información de disponibilidad de la habitación y la organiza mucho más rápido para la próxima hospitalización.

Conozca siete estrategias para reducir el promedio de permanencia:

1 - Control del flujo del paciente en el periodo de hospitalización - disminuye el tiempo innecesario de activos cruciales de una institución, como centro quirúrgico, camas de hospitalización y Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). La gestión depende de la capacitación de un equipo multidisciplinar - médicos, enfermeros y líderes administrativos - para una actuación más colaborativa, almacenamiento y análisis de datos del paciente desde su entrada en la sala de emergencia al postquirúrgico, por ejemplo; también está relacionada al uso de dispositivos que faciliten el encaminamiento de exámenes, prescripción de medicamentos y otras etapas necesarias para el soporte a la salud. 

2 - Desospitalización - pacientes en tratamiento y recuperación o los que necesitan pasar por procedimientos quirúrgicos sencillos pueden ser encaminados a un hospital de día o ser atendidos en el sistema de cuidado en domicilio, lo que evita la hospitalización innecesaria y dispone espacio para atenciones críticas y emergencias. 

3 - Acceso en línea a los resultados de exámenes - con la implementación de plataformas internas de colaboración y comunicación, el médico disfruta de una herramienta de consulta para acceder a informaciones del paciente e iniciar el proceso de alta con más facilidad y agilidad. 

4 - Prescripción e historial clínico electrónico - las informaciones componen una parte importante del Historial Clínico Electrónico del Paciente (PEP), sistema que almacena el historial del individuo, que incluye tratamientos, exámenes y prescripciones ya realizados; eso facilita la atención médica y el diagnóstico correcto. 

5 - Ampliación de procedimientos quirúrgicos por robótica y artroscopia - acompaña el desarrollo de técnicas y métodos quirúrgicos menos invasivos y más precisos, lo que permite rápida recuperación al paciente. 

6 - Reducción del tiempo de permanencia - con la adopción de diversas mejoras de procesos, automación, uso de opciones menos invasivas y capacitación del equipo médico y de enfermería, el paciente permanece menos tiempo en el hospital. También hay la posibilidad de realizar la transferencia de pacientes crónicos y de larga permanencia para homecare. 

7 - Implementación de protocolos clínicos - esos instrumentos auxilian los profesionales en la toma de decisiones — sean ellas simples o complejas — que exijan paradigmas clínicos y subsidios teóricos confiables, y agilizan todo el proceso de la asistencia.

Con estrategias que alinean gestión y tecnología, se disminuye el tiempo de las hospitalizaciones, pero se tiene más inteligencia en el uso de los recursos y menos riesgo al paciente.

 

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