Por Paulo Magnus*

En un periodo de crisis, como el que estamos viviendo actualmente, la economía se retrae, las personas gastan menos, y el empresariado deja de invertir. Ese ciclo acaba deteriorando aún más el ambiente económico, pues es justamente en ese momento que los empresarios y emprendedores necesitan usar la creatividad para, en lo mínimo, tentar mantener el mismo ritmo de ventas, garantizar los empleos y generar renta.

Los momentos de crisis son los verdaderos momentos para repensar todas las actividades de las empresas, revisar los costos y tomar decisiones que en otros momentos serían mucho más difíciles de ser tomadas. Todos los empleados tienen que ser evaluados, para que se pueda extraer de cada uno lo mejor de sí y aumentar la productividad. Todos los contratos deben ser evaluados sobre la misma óptica y, además de eso, se debe revisar la posibilidad de trabajar sin determinados proveedores.

Emprender es un ejercicio para quebrar paradigmas, venciendo el miedo. Invertir en servicio e innovación, pues estos dos ítems son los que diferencian las empresas. Aprovechar la oportunidad para entrenar, entrenar y no desistir nunca. Es sobre este principio que las empresas deben enfocar sus atenciones en este periodo de crisis económica/política por la cual está pasando Brasil.

De cualquier manera, las crisis económicas más recientes no han sido tan duraderas. Por lo contrario, son cíclicas. Y es en eso en lo que necesitamos creer. La crisis actual, según los economistas, debe comenzar a desaparecer en el espejo retrovisor más o menos en dos años. Son especulaciones, pero a partir de estas es que los empresarios retoman la confianza en el futuro. No podemos desistir de creer en el potencial de consumo de Brasil ni dejar de confiar en la capacidad del brasilero para superar las dificultades que están por surgir.

Claro que hablar sobre las decisiones que necesitan ser tomadas es fácil, pero lo más importante es tomar la iniciativa de manera calculada. Sabiendo los riesgos que se va correr, pero no dejando nunca de creer en el potencial del país. Y arriesgar de manera calculada es algo propio de los emprendedores que se destacan junto a los demás. La decisión no es fácil, sin embargo los datos del pasado muestran que es en la crisis que muchos proyectos exitosos son iniciados.

*Paulo Magnus es presidente de MV