Como la cultura compliance puede ser un diferencial competitivo

412.730x312.jpg

Hospitales son formados por personas y ellas cometen errores. Para evitar esos problemas, las instituciones deben implementar programas que ayuden los colaboradores a tener una postura más ética. Son los programas conocidos como programas de compliance. En salud, esas prácticas reflejan un diferencial de regulación, en un mercado competitivo y en un escenario en las empresas tienen el reto de diariamente aumentar la eficiencia de sus procesos.

Acciones de este tipo ya son realidad para muchas organizaciones internacionales y no sería distinto para el sector de la salud. La cultura de compliance, que es la obligación de cumplir las leyes y normas de una empresa, siendo cada colaborador un ejemplo en las relaciones de sus asociados con los diversos stakeholders de la organización, independiente de su porte.

En una empresa de salud, la cultura de compliance tiene el mismo valor que una acreditación o certificación de calidad. Especialistas dicen que para el sector, la cultura de compliance es fundamental, pues, como cualquier otra, las instituciones de salud también dependen de terceros para su práctica comercial. Actualmente, solo las multinacionales de salud trabajan con un código de conducta para definir su cadena productiva.  Lo ideal es que los hospitales puedan adoptar y exigir una postura de compliance de sus proveedores y de sus colaboradores.

Al poner en práctica un código de conducta, lo ideal es que instituciones exijan una postura idéntica de sus proveedores y de sus colaboradores. Eso impacta médicos y empleados que también perciben el cambio cultural de la organización. El compliance también atiende a exigencias vinculadas al perfeccionamiento de la inteligencia de riesgos en las organizaciones. O sea, al adoptar las  prácticas, la institución se destaca en el mercado en función de su transparencia y ética en el tratamiento a los y pacientes, evitando cualquier tipo de riesgo que la compañía pueda pasar. También permite estar en el arranque en el desarrollo de nuevos productos de acuerdo a la regulación de nuevas prácticas de mercado.

;