Como las informaciones del Expediente Clínico Electrónico pueden contribuir para el modelo asistencial en la salud

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De todos los instrumentos necesarios para la gestión eficaz de las organizaciones, la información ciertamente está entre las principales. En la salud, ella es la principal. Aunque su adopción en Brasil todavía no sea la ideal, el Expediente Clínico Electrónico del Paciente (PEP) ha figurado como una importante herramienta de propagación de información y comunicación para el área médica y ha contribuido sistemáticamente para mejorar el modelo asistencial de la salud en el país.

Primero, por ser un documento único constituido de un conjunto de informaciones, de signos y de imágenes, generadas a partir de hechos, acontecimientos y situaciones sobre la salud del paciente. Segundo, porque da un carácter legal, hermético y científico a la asistencia que este presta. Eso no sólo evita demora en la búsqueda que permite la comunicación entre los miembros de un equipo multidisciplinario, trabajando en función de un paciente.

Al garantizar que los datos del paciente puedan compartirse de forma efectiva y rápida por todo el equipo que atiende al paciente, incluso en distancias largas, el PEP elimina otro problema común en la práctica clínica: la ilegibilidad de las informaciones escritas a mano por los profesionales en las fichas clínicas de papel, lo que generaba muchos errores de interpretación que, consecuentemente, siempre perjudicaban el tratamiento.

El almacenamiento de datos físicos es otro problema que el PEP resuelve y que hace toda la diferencia para el modelo asistencial. En promedio, en el Brasil, son realizadas 360 millones de consultas médicas por año, lo que genera un volumen creciente de documentos clínicos. El archivo de esa cantidad de papel debido a los costos operativos y la necesidad de grande espacio físico es simplemente inviable.

En el caso de un PEP, el sistema permite que las informaciones sean guardadas por mucho más tempo, garantizando mayor seguridad para el paciente y su familia, y facilitando la utilización de los datos en posibles investigaciones epidemiológicas. Además de esto, el análisis de estos datos permite verificar tendencias sanitarias en determinada población, siendo capaz de prever posibles epidemias, provocando así medidas inmediatas de control.

Al mismo tempo en que racionaliza gastos y mejora la utilización de la oferta asistencial disponible, el uso de PEP puede aumentar, significativamente, la productividad y los índices de calidad y satisfacción de los pacientes. Por generar facilidad, agilidad y seguridad para los profesionales de la salud, la implantación de los Expedientes Clínicos Electrónicos en todo el territorio nacional seria un grande paso para mejorar la calidad de la asistencia prestada a los pacientes.

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