Conozca algunos de los principales indicadores de los procesos asistenciales

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La gestión hospitalaria moderna es pautada por indicadores que ayudan a medir la eficiencia de los procesos asistenciales. Tales indicadores se crearon con el objetivo de estandarizar y diagnosticar la calidad de los servicios hospitalarios como un todo, siempre basados en evidencias científicas en constante búsqueda y evolución. De esta forma, son herramientas de vital importancia para el gestor que guían la decisión de aplicación de recursos, siempre con el objetivo de mejorar la asistencia ofrecida por el hospital.

Estos marcadores de calidad averiguan los sectores críticos de un servicio hospitalario, tales como riesgo de infecciones, atenciones de urgencia, contramedidas para enfermedades de alta morbilidad y mortalidad, entre otros. A continuación vamos analizar algunos indicadores y evidenciar su importancia en los hospitales actuales, mostrando porque un gestor debe siempre estar atento a los detalles relacionados a estas importantes herramientas de administración.


Infecciones hospitalarias y trombosis venosa

Estos indicadores son muy importantes para señalizar con detalles los motivos que pueden llevar a la aparición de infecciones y otros eventos dentro del ambiente hospitalario. A diferencia de otros marcadores, estos están estrechamente relacionados con la calidad de los procesos internos del hospital, dado que la enfermedad en cuestión se genera dentro del establecimiento.

Tres indicadores intentan mostrar la relación entre equipamientos utilizados en la rutina del hospital y el surgimiento de infecciones potencialmente peligrosas: neumonía asociada a la ventilación mecánica en la UCI, infección de la corriente sanguínea asociada al catéter venoso central e infección urinaria decurrente del uso de la sonda vesical.

Estas tasas muestran con precisión la calidad de las técnicas de antisepsia en estas tres situaciones específicas que están relacionadas con infecciones hospitalarias muy prevalentes. Incluso existe un marcador global que muestra el surgimiento de infecciones posquirúrgicas que muestra el panorama, la eficiencia de la prevención antibiótica del hospital.

Otros marcadores analizan si el establecimiento está preparado en relación al riesgo del surgimiento de trombosis venosa (formación de coágulos sanguíneos) en los pacientes hospitalizados por mucho tempo o en pos cirugía. Los marcadores evalúan las técnicas de profilaxis que buscan impedir la ocurrencia de estos eventos.


Infarto y AVC

Algunos indicadores evidencian el suporte que el hospital disponen al lidiar con enfermedades de acometimiento súbito, alta mortalidad y necesidades terapéuticas muy específicas: o Infarto Agudo de Miocardio (IAM) y el Accidente Vascular Cerebral (AVC).

Con relación al IAM, muchas variables pueden analizarse; algunas de ellas son: el tiempo entre a admisión y la realización de los exámenes diagnósticos confirmatorios y los tratamientos-estándar – dato muy importante teniendo en cuenta que el infarto es una condición de urgencia y su consecuencia en un individuo dependerá mucho de la velocidad para ser atendido; tenemos también la tasa de mortalidad del IAM en ambiente hospitalario y el índice de readmisión de pacientes infartados, que puede mostrar indirectamente que tan efectivos son los tratamientos ofrecidos a largo plazo.

Ya en el caso del AVC, el indicador más importante que se analizará es el llamado Tiempo “puerta-aguja”, que representa el tiempo promedio en que un paciente con accidente vascular lleva entre la admisión y la administración de las terapias trombolíticas. Este índice es crucial para determinar la capacidad del establecimiento hospitalario en actuar con agilidad y eficiencia en el caso del AVC, lo que fundamentalmente determinará la sobrevivencia y la existencia de secuelas del paciente atendido.

Estos indicadores contribuyen para evidenciar que tan apropiada es la infraestructura tecnológica de un hospital y que tan coordinada es decisiva es el equipo al lidiar con dos enfermedades de alta prevalencia y gravedad en nuestra sociedad.


Urgencias

Otro aspecto relevante a considerarse en la gestión hospitalaria es la capacidad de anticipación que el servicio tiene para con las situaciones de urgencia. Idealmente, toda el equipo debe ser capaz de identificar signos de riesgo mostrados por sus pacientes hospitalizados y debe prontamente tomar acciones que puedan impedir el desarrollo de condiciones de riesgo importante.

Un indicador importante en este sentido es el índice de paradas cardiorrespiratorias (PCR). La tasa es calculada tomando en cuenta solo los pacientes hospitalizados en el hospital en los diversos sectores especializados y no aquellos que son admitidos ya en condiciones urgentes. En resumen, este marcador tiende a mostrar cuantos enfermos dentro del hospital evolucionan de condiciones estables para riesgo de vida inminente. Como se dijo, lo deseable es que ningún paciente llegue a tener PCR, ya que el equipo debe ser capaz de identificar y tratar el cuadro clínico de sus pacientes cuando empeora antes que esta condición crítica se instale.

Otra tasa importante que debe tener la atención de los gestores hospitalarios es la mortalidad por sepsis – infección bacteriana que afecta todo el organismo del individuo – y es la condición con mayor mortalidad e las unidades de terapia intensiva. Lo ideal es que los síntomas y signos de la sepsis sean identificados precozmente y que el tratamiento antibiótico inicie en hasta una hora como máximo; lo que aumenta las chances de prevención de muerte del paciente.


Indicadores de procesos asistenciales y su importancia general

Los indicadores citados anteriormente hacen parte de la lista de datos hospitalarios comprobadamente influenciables y diagnósticos de aspectos técnicos y procedimientos de un hospital. A pesar de tratar con números de condiciones muy específicas, estos índices contribuyen para un análisis profundo cualitativo del personal, de la tecnología, del espacio y de la dinámica de todo el establecimiento hospitalario.

Y los más importante, son estos números los que ayudan a la gestión de la salud a lidiar efectivamente con los problemas complejos específicos de su hospital y a delinear el planeamiento futuro del servicio. La mejora de estos índices (cuando comparados con las metas globales indicadas por la OMS) implica necesariamente en la reformulación de las tecnologías y en un abordaje diferenciado de los problemas que los pacientes más comúnmente enfrentan.

De manera similar, estos datos - que son recopilados y analizados de manera estandarizada – permiten que diferentes hospitales sean comparados entre sí de manera objetiva y que el planeamiento central de los servicios de salud del país, sean estos privados o públicos, tengan metas claras para alcanzar aquello que es deseado por todos: la mejor atención posible para la población.

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