Así como en las instituciones privadas de salud, implementar un sistema de tecnología de la información para gestión de salud pública trae más que beneficios para el paciente que utiliza el servicio. Además de proporcionar resultados en calidad y valores a todos los involucrados en la asistencia a la salud pública, el principal propósito de una inversión de esa naturaleza debe ser ofrecer mejorías principalmente a los gestores de esas instituciones.

El primer gran problema de la atención en la salud pública es la comunicación. La falta de un sistema de IT unificado en todas las unidades puede suponer más trabajo en los puestos de salud. Puede suceder, por ejemplo, que un paciente realice el mismo procedimiento en diferentes unidades, sin necesidad. La generación de un historial online del paciente, que pueda ser descargado por el médico encargado de la atención y cualquier otro profesional involucrado en el caso, es una buena solución para esto.

El resultado de esa organización proporcionada por un software de gestión es la disminución de filas y atrasos en la atención. En el caso de necesitar cambiar algún horario, el paciente puede ser informado con antecedencia. Es posible también estimular el intercambio de informaciones entre especialistas y clínicos generales. Esto, al final, estimula el aumento de consultas.

Desde el punto de vista de gestión, la organización de la atención en la institución de salud pública permite economizar recursos al calcular atenciones, exámenes y ayuda a distribuir mejor los médicos y enfermeros por las diferentes unidades, evitando poca cantidad de profesionales disponibles. Los softwares de gestión incluso permiten organizar, gestionar y monitorear almacenes y entregas de medicamentos, sobretodo de esos remedios de distribución controlada. Asimismo agilizan procedimientos operativos de hospitales y puestos de salud, como fichas de pacientes y fórmulas que ayudan a minimizar los gastos mediante el control de almacenes y compras.

Aunque el objetivo principal es la diminución del tiempo gastado por el usuario para tratar algún problema de salud, un software de gestión integrada también auxilia al gestor a subsidiar la toma de decisiones, proporcionándole una base de datos organizada, consistente, completa y georeferenciada, basada en el Expediente Clínico Electrónico del Paciente (PEP). Por otro lado, también es posible mejorar el proceso de gestión de la red de salud pública, reduciendo el costo de la asistencia prestada.