Mismo siendo la excelencia el objetivo final y los métodos las mejores prácticas, son los indicadores los que indican si el camino trazado para un proyecto de gestión está correcto o no. Estos funcionan como fotografías y ayudan a entender cómo está el proyecto en un determinado momento, así como ayudan a reconocer las tendencias.

Los indicadores nacen de datos consolidados que de modo consistente, objetivo y crítico resultan en acciones y cambios de comportamiento en la organización. El avance de la tecnología y la facilidad de procesar números rápidamente abrirán camino para ese monitoreo en tiempo real, sin embargo, esos indicadores deben ser generados de modo que gerentes, gestores y los que actúan en el control de las organizaciones consigan interpretarlos.

Tablas y gráficos deben tener títulos e informaciones claras para todos, no apenas para quien los hace. Además de eso, las indicaciones de los de los ejes de los gráficos no deben dejar dudas, así como eventuales limitaciones de valores e indicadores deben explicarse. O sea, los indicadores deben servir para la mejora continua de los procesos, y no lo contrario.

Como fueron desarrollados para facilitar la cuantificación y la evaluación de las informaciones producidas, para que estas puedas atender los objetivos de la empresa, algunos puntos deben estar en su radar:

Riesgos
Contribuyen para el equilibrio de costos y riesgos. A partir del monitoreo es posible mapear todos los riesgos de la institución, sean operativos o financieros. También pueden actuar en la creación de métricas de impacto y de probabilidad, conforme a las necesidades de la organización.

Ocurrencias
Ese indicador puede colaborar para la mejora continua de todos los procesos de la institución. Además de ayudar a identificar acciones no registradas y oportunidades de mejoría, ese indicador permite el análisis y el tratamiento de la causa raíz de las ocurrencias. O sea, ese análisis permite a la institución anticiparse a los probables eventos adversos y actuar en la prevención de ellos.

Proyectos
Con herramientas de control y análisis, esos indicadores simplifican la gestión de múltiples proyectos, vinculándolos al plan estratégico de la organización. Ellos ayudan a entender de manera más rápida como está el proyecto y como este avanzará, así como a prever una crisis y como minimizarla.

Rendimiento
Ayudan a medir la satisfacción de los clientes y de los profesionales de la salud. Ningún proyecto camina por el rumbo cierto si ese indicador trae informaciones negativas, especialmente en una institución de la salud. Además de medir, el adecúa la atención a los objetivos de calidad trazados por la institución y pueden estimar tanto los procesos de cuidado al paciente como sus resultados.