Inteligencia clínica: una aliada en la hora de la prescripción

344.730x312.jpg

Se calcula que 6,7% de los pacientes internados van a sufrir algún tipo de evento adverso por causa de medicación, de acuerdo al Journal of the American Medical Association. Fuera del ambiente hospitalario, los efectos adversos o colaterales responden por 60 mil hospitalizaciones entre 1998 y 2013, segundo el Ministerio de la Salud.

Con el crecimiento de las comorbidades relacionadas a las enfermedades crónicas, que exige la utilización de un número cada vez más grande de medicamentos, el problema se ha intensificado en los casos de que no haya un análisis preciso de las condiciones del paciente y que no hay la reconciliación medicamentosa para evitar interacciones nocivas entre diferentes drogas.

En ese contexto, herramientas de inteligencia clínica colectan, almacenan y gestionan datos para proponer conductas y apoyar la prescripción médica. “Hoy las organizaciones de salud están cada vez más buscando medios de dar sentido a todos los datos del paciente disponibles electrónicamente y para usar y tomar las mejores decisiones posibles, lo más rápido que se pueda. (…) dar autonomía a los profesionales con las herramientas de uso de datos para garantizar decisiones más seguras se está volviendo una prioridad en las organizaciones de salud”, dijo la Healthcare Information and Management Systems Society (HIMSS – Sociedad de Informaciones de Salud y Sistemas de Gestión).

Acompañe como el Hospital 9 de Julho aplicó la inteligencia clínica en la enfermería para reducir los riesgos de sus pacientes

En los hospitales, esos sistemas utilizan datos del historial médico electrónico, indicadores proporcionados por equipamientos y estadísticas generales de atención y epidemiologia para identificar estándares que apoyan el diagnóstico y proponen conductas basadas en evidencias. Eso ayuda a definir protocolos y estandarizar la atención.

La inteligencia clínica también crea alertas sobre riesgos asistenciales, considerando las intervenciones a que se sometió el paciente, medicinas que tomará durante la hospitalización y su condición general de salud.

En el área administrativa, la prescripción electrónica con el apoyo de sistemas de inteligencia clínica, ayuda a monitorear el uso de antibióticos u otras drogas de uso restricto, generando economía y mejorando la seguridad del paciente.

En Estados Unidos, el programa Meaningful Use (Uso Significativo), definido por el Obamacare, determina la prescripción electrónica para drogas de uso controlado y, en Escocia, la meta es que 90% de los consultorios de clínica general adopten la prescripción electrónica hasta 2017.

“Sistemas de inteligencia clínica y de negocios dan autonomía a sus miembros con orientaciones prácticas sobre cómo aprovechar la información de salud disponible para entregar servicios de alta calidad y perfeccionar las visiones de negocios”, concluye la HIMSS.

;