La importancia del contrato de gestión para administrar la salud pública

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Independiente de la esfera de actuación, privada o pública, un gestor de una institución de salud tiene la responsabilidad no sólo de planear y negociar la captación de recursos para la asistencia a la salud. De una manera general, él también necesita tener una visión amplia de la salud, ser capaz de priorizar problemas y necesidades de la comunidad al mismo tiempo en que ejecuta el modelo de atención integral y de la gestión participativa.

En Brasil, para proporcionar eficiencia a las instituciones públicas, algunas ciudades y Estados han utilizado un mecanismo de gestión compartido, los llamados contratos de gestión que se traducen, entre otras cosas, en incentivos profesionales para la gestión por resultados en el Sistema Único de Salud.

El contrato de gestión es una modalidad de contrato administrativo en que el poder público y una organización social hacen una alianza con metas y plazos para ejecución con el objetivo de fomentar actividades relacionadas a la enseñanza, investigación científica, desarrollo tecnológico, protección y preservación del medio ambiente, cultura y salud.

En este modelo, las Organizaciones Sociales (OS) y Organizaciones Civiles de Interés Público (OSCIP) firman contratos de gestión con instituciones públicas. Sin la necesidad de un proceso licitatorio. Como pasan a recibir recursos para la gestión de la institución pública, esas organizaciones quedan sujetas a la fiscalización de sus cuentas. Entre las principales ventajas de un contrato de esa naturaleza se da la posibilidad de usar las estrategias desarrolladas para la esfera privada en instituciones públicas, como fijación de metas y cronogramas de gastos.

La escogencia de la institución queda a criterio del gestor y la innovación incentivada por ese contrato de gestión es claramente vista como un instrumento modernizador sin precedentes en la gestión pública. Este permite el control y la eficacia en la gerencia de recursos públicos.

Además de estimular la descentralización de la gestión y dar más responsabilidad a los gestores y equipos locales, un contrato de gestión en los servicios de salud también tiene como finalidad controlar los rendimientos cuantitativos y cualitativos de los prestadores. Para eso, es necesario el uso de herramientas y tecnologías de la información con el de promover el desarrollo de toda el equipo en la búsqueda de resultados y estimular la cultura de negociación.

 

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