Salud digital: cómo puede un data center propio enfrenar el desarrollo del hospital

Necesidad de alto desarrollo, costos invisibles y riesgo de pérdida de datos pueden impactar atención al paciente

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Necesidad de alto desarrollo, costos invisibles y riesgo de pérdida de datos pueden impactar atención al paciente

 

Hospitales informatizados producen una grande cantidad de datos digitales, que se pueden acceder, en otro momento, fácilmente por los gestores y demás funcionarios. Con el desarrollo de la salud digital, una opción común es la creación de un data center, con aparatos, servidores y procesadores instalados en el mismo lugar físico de la institución de Salud. La evolución del concepto, sin embargo, demuestra que la práctica puede afectar al desarrollo de la entidad e impactar la atención al paciente.

Uno de los señales de advertencia de esa situación es el hecho de que para obtenerse data centers propios, se necesita una grande inversión en licencias de software, adquisición de servidores y otros ítems que componen un centro de procesamiento de datos tradicional. Otro punto a tenerse en cuenta es que el conjunto de máquinas se desactualizará con el paso del tiempo – lo que podrá reducir la capacidad de respuesta de los sistemas y afectar a la gestión de datos. Renovar el campo tecnológico puede exigir alta inversión (que se quita del cuidado a la salud).

Es espacio adecuado para el centro de datos también puede convertirse en un problema, si no sea correctamente dimensionado, ya que, con el proyecto concluido, se nota que todo aquél espacio, que generó un costo fijo sin ningún beneficio, era desnecesario. Es espacio sería mejor aprovechado si fuera invertido para la atención al paciente – lo que ampliaría la rentabilidad del hospital.

El modelo genera, además, costos invisibles para las organizaciones; es decir, aquellos que son difíciles de rastrearse y controlarse, tales como electricidad, cableado, mantenimiento periódico y otros.

 

Seguridad de la información

Tener un data center propio puede dar una falsa impresiónde seguridad de la información. Sin embargo, es necesario pensar en el riesgo de perderse datos en una eventualidad inesperada, como inundaciones, incendios o una quiebra de hardware o cable, por ejemplo. Hacer reparos, en eses casos, puede, todavía, afectar a la atención ofrecida en el hospital, ya que ellos suelen necesitar más tiempo e impedir el acceso a los datos. Es importante, aún, resaltar que el nivel de seguridad de la información de grandes proveedores de computación en la nube es mucho mayor y más profesionalizado que el de tan solo una entidad.

Otra situación en que el uso del data center puede perjudicar la atención es cuando se aumenta el flujo de pacientes, como suele ocurrir, por ejemplo, cuando hay surtos de enfermedades como fiebre amarilla, chikungunya, zika virus o dengue. Eso porque, con más personas para atender, se hace necesario la ampliación del espacio en el servidor, para que se pueda almacenar la cantidad exacta de datos generados – lo que exige inversiones que ya no se utilizarán cuando sea controlado en problema. Data centers propios no permiten la práctica de escalabilidad en salud digital; es decir, no permite la ampliación de espacio en servidores y, después, la reducción, cuando el hospital regrese a su flujo común de atención.

 

Profesionales

El ambiente propio también exige que el equipo de tecnología de la información (TI) tenga un enfoque más operacional, ya que debe concentrarse en mantener el sistema en funcionamiento. Usar un data center interno requiere constante precaución y corrección de problemas técnicos; muchos de fácil solución, pero que interfieren en el flujo normal de los profesionales. Ese tiempo gasto en mantenimiento podría ser invertido en tareas más lucrativas para la organización de Salud como un todo, y más desafiadoras para el crecimiento de los funcionarios.

Cuando se amplía la red de asistencia a través de la adquisición de unidades y de la necesidad de integración de los sistemas, el data center puede dificultar la migración e integración de datos. Eso genera interrupciones que perjudican la rutina hospitalaria – aún más en unidades que trabajan con urgencia y emergencia 24 horas al día.

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