Usando el planeamiento estratégico como fuente de resultados en operadores de salud

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En el sistema de salud brasileiro conocer las amenazas y explorar los diferenciales competitivos pueden ser la diferencia entre el éxito empresarial y la desaparición del mercado. En la realidad de los operadores de salud, un planeamiento estratégico tiene como foco la mejoría de los resultados empresariales y también de los asistenciales. Siendo la planificación estratégica una herramienta de gestión para la comprensión y contextualización del negocio en el escenario en que se esté inmerso, con ella es posible anticipar y tratar los riesgos para ver oportunidades futuras, con gran impacto en los resultados de las empresas.

Cuando se habla de estrategia corporativa, la entendemos como la formulación de la misión y de los objetivos de una organización, así como del plan de acción para alcanzarlos. Para eso, es necesario tener en cuenta las fortalezas y debilidades internas y los impactos de ellas en el ambiente y en el mercado. Es como un plan de vuelo, con planes de operaciones y control. En el caso de los operadores de salud, una grande demanda no asistida por la salud pública acaba abriendo grandes oportunidades al sector, pero también trae riesgos. El Balanced Scorecard (BSC) puede significar un mayor poder de sustentación en el mercado actual.

La metodología de gestión de la estrategia permite no sólo formular estrategias vencedoras, sino también garantizar que estas sean ejecutadas de forma eficiente y controlada. El BSC tiene como driver principal el mapa de la estrategia, que no es nada más que la traducción de la estrategia formulada en un conjunto de objetivos, indicadores y metas. Distribuido en cuatro perspectivas (finanzas, procesos internos, aprendizaje, experiencia y clientes), el plan sirve para medir el desempeño de la empresa, principalmente.

La implantación del Balanced Scorecard en operadores del plan de salud mejora el proceso de gestión y de metas generando así más calidad y competitividad de la empresa. En la práctica, ayuda a traducir la estrategia en acciones del día-a-día, gestionando el desempeño de la empresa en la implementación de esas acciones. O sea, monitorea y analiza las estrategias formuladas, ajustándolas cuando es necesario. El objetivo principal de la herramienta es buscar la calidad en la ejecución.

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